jueves, julio 26, 2012

Surrealista en el amor.

Junto a la poesía, la revolución, el sueño y la libertad, el amor ocupa un lugar privilegiado entre los temas míticos del surrealismo. 

El amor es una fuerza capaz de alterarlo todo, de enmarañar los valores individuales y colectivos, de hacer pedazos lo ya sabido, y transformar la vida, arrastrándonos hacia lo desconocido

Pero para que el amor adquiera este carácter convulsivo ha de liberarse de las ligaduras que lo atan, debe convertirse en el amor absoluto, único, maravilloso, aquél que se sitúa por encima de cualquier otra consideración, de la moral y de la razón pragmática, aquél que tiene su único sentido y fin en sí mismo

En este amor reside, en potencia, un fragmento de la utopía, de la poesía realizada. 

Como bien diría André Bretón:


Lo que he amado, lo haya retenido o no, lo amaré por siempre...

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